El paso del tiempo se manifiesta en la piel del rostro con la aparición de líneas de expresión, arrugas y pliegues o surcos cutáneos marcados. Inevitablemente nos afectan a todos a partir de algún momento de nuestras vidas, pero su temprana aparición y sus características dependen de factores genéticos, ambientales y de los cuidados que le hemos dado a nuestra piel en el transcurso de los años.